Viviendo como he vivido durante muchos años en Suecia, al volver a España me encuentro con un uso del lenguage algo peculiar. Solo unas pinceladas de la influencia catalana en el castellano de hoy, sobre todo en los medios de comunicación:
En un programa de televisión el presentador saluda a los tertulianos con un «buenas noches». Al llegar a saludar a un tertuliano que es catalán, pero vive en Madrid, el director dice «buenas noches, bona nit». ¿Por qué señalar a este tertuliano como alguien diferente a los demás? Para empezar, eso de decir «buenos días, bon día» o «buenas noches, bona nit» a cada momento que uno se encuentra con un catalán parece excesivo. La fórmula «Buen día» también existe en castellano y se usa de vez en cuando, pero ¿repetir el saludo?
Lo correcto en todo caso es que si uno quiere ser cortés con un catalán le diga «bon día», sin repetir el «buenos días», ya que eso ya está dicho. La persona catalana por su parte podría responder con un «buenos días» en castellano, si la conversación es en castellano, y no repetir el doble saludo. Ahí lo dejo.
Otro caso que me sorprende contínuamente es que se diga «gobierno» y «govern» al referirse al gobierno central como «gobierno» y al catalán como «govern». Cuando yo leo en catalán noticias en que se hace referencia a ambos gobiernos, ambos son denominados «govern», lo que es correcto en catalán. ¿Por qué inventarse una regla en castellano por la que el gobierno catalán no es gobierno sino «govern»? Parece que vivimos, como se suele decir, en Absurdistán. No creo que a nadie se le ocurra decir «el gobierno de España y el government del Reino Unido». Lo mismo atañe al título «president». Está bien que se diga así en catalán, y los catalanes así lo dicen al referirse también al presidente de cualquier institución fuera de Cataluña. Pero ¿por qué no podemos decir en castellano «presidente» al referirnos al presidente catalán o valenciano? Ahí lo dejo.
Los nombres de ciudades y regiones han también tenido un cambio significativo, y a veces algo absurdo. Los catalanes han logrado que en castellano se diga y escriba Girona y Lleida, por ejemplo, mientras que ellos mismos en catalán dicen y escriben Saragossa, Osca, Castella i Lleó, Algesires, Cadis, etc. Esto me parece muy bien, cuando se usa el catalán. Pero, ¿por qué en castellano no seguimos la misma regla y usamos los nombres que ya existen en castellano, como Gerona, Lérida? Es algo que no entiendo. Ahí lo dejo.
La misma situación parece que hay con el término «Catalunya», que está usándose más y más en los medios en castellano. En catalán escriben «Espanya», y es correcto en esa lengua. Pero, ¿por qué tenemos que escribir «Catalunya» si en castellano se llama Cataluña? Los mismos catalanes escriben «Catalonia» si escriben en inglés, o «Katalonien» si escriben en alemán o sueco. ¿Por qué no es válido para el castellano escribir Cataluña? ¿Tiene el castellano un trato diferente al alemán, sueco o inglés? En algún tuit en el que yo escribí «Cataluña» me llegó algún comentario de que tenía que escribir «Catalunya». Estas mismas personas escriben Castella i Lleó cuando escriben en catalán, sin usar la forma castellana, Castilla y León, que sería lo consecuente de acuerdo a sus propios principios. Así es cómo a veces algunos malinterpretan la defensa de su lengua propia. Ahí lo dejo.
Hay multitud de situaciones donde se puede apreciar la incongruencia entre lo que los catalanes piden de los hispanohablantes y lo que ellos mismos practican. Un ejemplo es cuando los catalanes dicen y escriben «palau reial de Madrid», pero ponen el grito en el cielo si yo escribo por ejemplo «Palacio de la Generalidad de Cataluña», que es la denominación correcta en castellano. Obviamos incluso que hay otra generalidad en España, y que por ello se debería precisar a cuál de ella nos referimos.
Otro caso es la denominación de «consejero» del gobierno catalán, que han logrado que digamos y escribamos «conseller», cuando el término consejero es común en todas las comunidades autónomas cuando hablamos y escribimos en castellano. Pero estos mismos consejeros, que no quieren ser tales, en cuanto salen al extranjero presentan sus credenciales con el título de «ministro» (minister en inglés), que no lo son en absoluto.
Me sorprende que algunos políticos catalanistas hablen de «represión de la lengua», cuando lo que están haciendo es imponer una expansión de formas de uso del catalán a toda España, desde Gerona a Algeciras.
miguel.benito@taranco.eu